sábado, 27 de agosto de 2011

Mandala y Sombra



Estudiando los Mandalas de Jung, encontré una variante del Mandala conocida como Zendala y que, como pueden observar en la imagen, no es tan armónico como el mandala budista o el dibujo espontáneo. Empero el dibujo que aquí se observa no es un Zendala puro. Se trata, en cambio, de una copia a mano que traté de hacer del que encontré.

Tres detalles resaltantes son: en primer lugar, una noción del equilibrio distinta; en segundo lugar, un centro energético solar muy apagado, debilitado e incluso cortado; pero, por sobre todo, este se caracteriza por la abertura del círculo, la cual hace visible una sombra.

Cuando lo hice, el no haber podido cerrar el círculo pareció una oportunidad para dramatizar el dibujo y darle algo de originalidad frente al real. Pensé que podría dar una falsa idea de trastorno, pero me arriesgué. De todos modos, lo que más me desagradó regresó en el dibujo en una forma denominada Sombra, y que incluyen aquellos aspectos que disociamos de nosotros mismos por alguna característica desagradable. Esto dibujo, entonces, exterioriza una necesidad de integrar en la conciencia aspectos obscuros de mí mismo para así cerrar ese círculo...

Este dibujo fue hecho hace medio mes, durante una clase de inglés y tomando como modelo al siguiente vídeo: http://youtu.be/C4Nlz4XMxcs

Mandala Espontáneo



Te pueden explicar mil veces lo que es un Mandala, pero solo cuando haces uno espontáneamente, esto quiere decir: sin una noción de qué es o cómo se llama lo que haces, sabes a qué apunta realmente este tipo de dibujo. 

Este Mandala florece sobre las banderas de las naciones americanas y tiene una leyenda que dice: La paz para América. En el centro hay una esfera brillante con una estrella. Esta estrella, a su vez, reposa en el medio de un jardín de petalos; ese jardín está protegido por un cinturón, el cual describe un movimiento en sentido horario. Al fondo, dos capas de nueve petalos apuntan a todas las direcciones imaginables. Todas estas son características que de un modo u otro lo emparentarían con los mandalas que recoge la tradición.

Este dibujo lo hice hace muchos años, cuando estaba en el colegio, y por una extraña casualidad es uno de los pocos dibujos que he conservado por tanto tiempo y de esa época...

Notas sobre los Mandalas

Mándala Oriental
 Los mándalas son diagramas o representaciones esquemáticas y simbólicas del macrocosmos y el microcosmos, utilizados en el budismo y el hinduismo. Estructuralmente, el espacio sagrado (el centro del universo y soporte de concentración), es generalmente representado como un círculo inscrito dentro de una forma cuadrangular. En la práctica, los iantra hindúes son lineales, mientras que los mándalas budistas son bastante figurativos. A partir de los ejes cardinales se suelen sectorizar las partes o regiones internas del círculo-mándala.

Por otra parte, la mayoría de las culturas posee configuraciones mandálicas o mandaloides, frecuentemente con intención espiritual: la mandorla (almendra) del arte cristiano medieval, ciertos laberintos en el pavimento de las iglesias góticas, los rosetones de vitral en las mismas iglesias; los diagramas de los indios pueblo, etcétera.

Es muy probable que esta universalidad de las figuras mandálicas se deba al hecho de que las formas concéntricas sugieren una idea de perfección (de equidistancia con respecto a un centro) y de que el perímetro del círculo evoque el eterno retorno de los ciclos de la naturaleza (tal como en la tradición helenística lo proponía, por ejemplo, el uróboros).

A su vez, en los rituales mágicos es frecuente la separación de un espacio sacro respecto de uno profano; para esto, en la tradición del ocultismo occidental, se ha recurrido y recurre a los círculos mágicos; el espacio sacro —o al menos el del ritual— es el inscripto en tales círculos que, de este modo, cumplen funciones análogas a los mándalas orientales.

Esta universalidad de los mándalas hizo que el psiquiatra Carl Gustav Jung los privilegiara como expresiones probables de lo inconsciente colectivo. Para Jung, el centro del mándala figura al sí-mismo (Selbst), que el sujeto intenta lograr perfeccionar en el proceso de individuación.

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Mándala

El Mar (Sueño del 15 de Julio)

Este fue un sueño muy agradable en verdad, pero que ya no lo recuerdo con precisión. Aparentemente surgió allá en una remota escena familiar. Me encontraba en una casa que no era la mía, recibiendo a mis primas que habían llegado a una boda. En un momento determinado yo me separo de ese grupo y sigo a dos chicos desconocidos porque habíamos sido escogidos para visitar una novedosa infraestructura que estaba en boca de todos en la ciudad. Caminando hacía allá, converso con uno de ellos y me doy cuenta de que es muy talentoso, casi un Alter Ego de mi mismo. Conversábamos y reíamos, lo que hizo llevadero el trayecto. Era de noche cuando llegamos al puerto y vimos que llegar hasta nuestro destino implicaba cruzar un puente en forma de L.



Yo me entusiasmé al descubrir que había estado en una de esas infraestructuras, la adyacente a nuestro destino. Sin embargo, no llegamos a cruzar el puente porque un chico y una chica nos convencieron de quedarnos; y transformaron el puente en una pendiente cuya punta se elevaba en el cielo y cuyo otro extremo yacía en el fondo del mar. Todos tuvimos que entrar en el agua y el más animado parecía ser mi Alter Ego. Nos subíamos y nos dejábamos deslizar hacia el agua. El mar, por otro lado, no estaba calmado y se movía imponentemente, haciéndonos sentir anonadados. En un momento determinado, la punta del puente empezó a moverse y a dar vueltas en círculos en el aire. Era grandioso ver tal infraestructura desplazarse con fuerza en medio de una marea que era cada vez más fuerte. Luego, el mar nos devoró a todos y, allí en la obscuridad recordé que no sabía nadar...


En ese instante me desperté, pero me sentía muy bien porque seguía ensoñado y mientras había durado el sueño en ningún momento había reparado en todos los peligros que me había echado en la espalda. Reparé en que era de noche, en que las aguas estaban intranquilas, incluso en lo que implicaba nadar sin saber nadar; mientras soñaba, en cambio, nada de eso me importó. Olvidé pronto lo que había pasado antes de la primera ceremonia y el motivo de las dos celebraciones a las que aludí indirectamente. Me inquietaba más bien el hecho de haber llegado tan lejos y la sensación haber vivido sin restricciones ni preocupaciones, siendo sumergido en el mar insondable y en la obscuridad. ¿Qué puede pensar uno al respecto? Curiosamente me pareció que cualesquiera fueran las conclusiones a las que arribara, esa sensación tan íntima de satisfacción se iba a quedar conmigo, sumergiéndose cada vez más y llevándome consigo. 

Las Hierbas (Sueño del 14 de Junio)

Hoy tuve un sueño difuso, uno breve y apresurado, y lo dejé marcharse como vino...

Empero al pensar en él, me viene un poema a la mente, como si hubiera una clave que pudiera extraer de él. Se trata del poema "Sensaciones", de Arthur Rimbaud; y lo pongo en francés, no por snobismo, sino porque me lo aprendí así:

Par les soirs bleus d'été, j'irai dans les sentiers, 
Picoté par les blés, fouler l'herbe menue,
Rêveur, j'en sentirai la fraîcheur à mes pieds.
(Rimbaud, 1870)


Y al fondo un campo de altos henos se mece como olas con el viento...

Las Esquinas (Sueño del 12 de Junio)

¿Qué estoy viendo en realidad?
Lo primero que recuerdo es haber visto a Diego, de pie, sonriendo, sin decir palabra alguna. Haberlo visto es lo único que recuerdo antes de imaginar que iba a clases de Neurociencias II, en la Facultad de Psicología. Me parece que pasé por el lado de Diego sin saludarlo porque estaba apurado y que entré de frente al salón. Mónica nos da la clase, sin sobresaltos, y acabamos temprano. 
En la puerta me están esperando Marco y su amigo, que se parecen físicamente y que se están riendo al unísono. En realidad, estoy asombrado de lo mucho que se parecen: como dos gemelos distintos solo por ligeros detalles. Me excuso con Marco por no conseguirle un libro que me pidió prestado hace tiempo, y en realidad es eso lo que le estoy dando: una excusa sencilla. Él me cree y con eso me siento aliviado aunque solo en parte.
Entonces decido seguirlos, y del patio de la Facultad nos trasladamos sin advertirlo al Parque del Frontón, allá en mi ciudad natal, Cayaltí. Nos encontramos con una amiga de Marco y entre sus dos amigos comienzan a perseguirse y juegan a dispararse de mentira. Él le dispara y ella le dispara a él; y con cada disparo me pongo más ansioso porque pienso que en algún momento el juego imaginario se les puede ir de las manos. Sin embargo, estoy alegre de verlos jugar, y por eso tomo con buen humor el seguir a Marco detrás de unos árboles medianos, justo los que están en la siguiente esquina, la más cercana a nosotros. Allí, Marco me dice algo que no recuerdo y yo le respondo convencido que somos primos y que no podemos sostener una relación.
De repente, Marco desaparece, y en su lugar aparece Pedro. Pedro se queja de que le han robado su bicicleta en un concurso y mientras me lo cuenta, avanzamos hacia la siguiente esquina. En esa esquina, hay una casa, de la cual sale mi difunta abuela a recibirnos. Se ve bastante joven, robusta, se ha pintado el cabello, y pienso que si la veo así es porque debo estar imaginándomela: soy consciente de que ha fallecido. Le comento que a Pedro le han robado su bicicleta y nos dice algo que nos pone de buen humor. Decidimos entonces seguir adelante.
En ese instante, Pedro se vuelve a transformar en Marco y me acompaña hasta la última esquina, que está ubicada al mismo tiempo en el patio de la Facultad de Psicología. En esa esquina, hay un laboratorio de Neurociencias II al cual debo asistir en ese momento. Al entrar, veo que el laboratorio es un salón pequeño implementado con computadoras y una pantalla para el proyector; la profesora está en el centro y mis compañeros están agrupados por mesas porque no hay suficientes computadoras para todos. Pero todos, en realidad, ya estaban ahí desde temprano y solo yo había llegado tarde por haberme distraído.  Me tengo que excusar por haber llegado tarde, aunque no recuerdo haber necesitado explicar el porqué.
"No recuerdo haber necesitado explicar el porqué"
Rosa sostiene en sus manos una copia del sílabo del curso, que se titula (sic) "Harvard Bilingual Programme" y que ya todos han recibido. Me acerco a las mesas, veo que las de adelante estas repletas y que los grupos no están conformados por un número fijo, sino que en algunos hay dos personas y en otros tres, lo cual me pone muy ansioso; finalmente, escojo la del final porque tiene un sitio vacío. Recuerdo que primero jalo la silla, me siento y luego le pregunto a una chica que me ha estado dando la espalda si puedo integrarme a su grupo. Ella no me responde a los ojos, sino que mira mi silla junto a la suya y nota que en realidad ya me he acoplado, como dudosa de lo obvio que podría resultar mi pregunta en ese momento
Mis compañeros están haciendo una tarea y yo estoy desubicado porque falté la clase anterior. Prendo la computadora para hacer el trabajo de hoy, y me toca compartir la máquina con Víctor. Iniciamos sesión en Internet y nos damos con la situación de que en cualquier momento se podría abrir una página pornográfica. Yo tengo el mouse y se supone que debo tratar de movernos a otra dirección ni bien se descuelgue el servidor, pero me preocupa más no ser lo suficientemente rápido para evitarnos un momento embarazoso. Dudo en dejarlo.
Mientras ese problema se soluciona, me olvido de él y me fijo mejor en el resto de mi grupo. Dos chicas de ciclos anteriores comparten la clase con nosotros. La primera tiene lentes rojizos, pelo corto castaño y es de tez blanca. La segunda tiene muchas pecas en el rostro; es bronceada y rubia; tiene una sonrisa infantil y una mirada hechicera inconfundible. También está en el grupo un tipo feo, cuyo rostro no me atrevo  a mirar en el sueño.
En eso, la profesora advierte que alguien se ha tirado un gas; lo que despierta su ira y rompe totalmente nuestra concentración. Sin embargo, rápidamente un alumno vestido de azul obscuro casi negro asume su responsabilidad. Me fijo en que solo sus manos y su rostro están descubiertos, y se ve rosado de la vergüenza. De alguna manera, el problema pasa.

No seas un Cuadrado!
Finalmente, la profesora nos da plumones para pizarra acrílica y nos encarga una nueva tarea. Yo le propongo a mi grupo que utilicemos un mapa conceptual. Aparentemente eso es lo que hacemos. El sueño concluye cuando discutimos en el laboratorio junto a la profesora los dos conceptos sobre los que ha versado el trabajo. Solo recuerdo que uno de ellos podía ser la categoría "Material", del otro solo recuerdo que de alguna manera era su antónimo u opuesto. Lo recordaba cuando me desperté, pero ya lo he olvidado. Cuando los dos conceptos estuvieron claros y todos los elementos del ejercicio fueron categorizados a partir de ellos, la clase se dio por concluida y el sueño también acabó...

Notas sobre los Sueños

SIGNIFICACIÓN INDIVIDUAL DEL SUEÑO,
Carl Gustav Jung.
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El sueño proporciona la causa del trastorno emocional, un pronóstico sobre lo que sucederá y dónde debe intervenir la terapia. 319


Para Jung, el sueño es la  exteriorización de un proceso psíquico inconsciente, involuntario, que representa la realidad interior cual es. 319


La causalidad del trastorno no está solo en un siniestro pasado ni el hallar causas sería lo más importante, sino el valor de pronóstico y terapéutico que tienen los sueños. 320


Solo la incomprensión hace aparecer las cosas ininteligibles y confusas. En sí mismos, los sueños son naturalmente claros. 323


El unilateralismo busca convencer y acusa de resistencia. 324


El alma tiene un aspecto diurno y un aspecto nocturno: la conciencia y el inconsciente. Nuestro inconsciente esconde una riqueza de posibilidades vitales, superiores a los de la consciencia, que es sinónima de concentración, limitación y exclusivismo. 328


Principios teóricos: todo sueño tiene un sentido o es interpretable, significativo. El sueño añade un dato esencial al conocimiento consciente. Se debe establecer fundamentalmente su contexto. 328


El contexto es necesario, sin él, las asociaciones libres resultan tan improductivas como para interpretar inscripciones hititas. 330


Cada interpretación es una hipótesis, una tentativa de descifrar un texto desconocido. 331


Nuestro ser nocturno y su mundanidad porque a veces es más saludable y a veces más peligroso que nuestro ser consciente.334


A pesar de todo el escepticismo y de las críticas que se agitaban en mí, nunca he podido resolverme a ver en los sueños algo desdeñable. Cuando parecen insensatos, los insensatos somos nosotros, los que carecemos, según todas las apariencias, de esa finura de espíritu necesaria para descifrar los mensajes enigmáticos de nuestro ser nocturno. 334


La psicología médica debería tomar como un deber el ejercer su sagacidad mediante trabajos sistemáticos sobre los sueños, tanto más cuando que por lo menos la mitad de nuestra vida psíquica se desarrolla en nuestro ser nocturno; y del mismo modo en que la conciencia extiende sus ramificaciones hasta nuestras noches, así también el inconsciente emerge en nuestra vida diurna. 334


Por asimilación es preciso entender aquí la interpretación recíproca de los contenidos conscientes e inconscientes, y no la apreciación, el sometimiento y la deformación unilateral de los contenidos inconscientes por obra de la tiranía consciente, como se piensa y practica comúnmente. 335


La teoría freudiana ha inventado el concepto de sublimación para librar al hombre de las garras imaginarias del inconsciente. Lo que existe realmente escapa a la alquimia de la sublimación y lo que parece que se deja sublimar no fue jamás lo que una falsa interpretación había hecho pensar. 336


El alma semejante a un sistema auto-regulador está en equilibrio como lo está la vida corporal. A todo exceso responden, inmediatamente y por necesidad, compensaciones sin las cuales no habría ni metabolismo normal ni psique normal. 337


¿Cuál es la actitud consciente que el sueño tiende a compensar? 337


La compensación no está constituida solo en general por la realización ilusoria de un deseo; es, más bien, una realidad que si se la reprime se afirma aún más. La sed no se calma porque se la reprima. 337


Todo sueño es un órgano de información y de control y, por ello, el coadyuvante más eficaz en la edificación de la personalidad/ como el error. 338


Repite: ¿cuál es la actitud consciente que se compensa por el sueño? Solo el conocimiento de la situación consciente permite precisar el signo bajo el cual hay que colocar los contenidos inconscientes. 339


En esta alternativa, el contenido del sueño implica un indicio positivo y habría que decir: He aquí cuáles son, en el fondo, sus relaciones con su padre. Sin embargo, las relaciones reales entre el padre y el hijo no testimonian ninguna ambigüedad neurótica y sería injustificado apesadumbrar los sentimientos del joven por una concepción tan devastadora. Desde el punto de vista terapéutico sería un error. 340


Y si no guarda relación con algo que suceda preguntarnos entonces no por qué sino con qué objeto ha tenido lugar el sueño. 340


Crea ente el padre y el hijo una oposición sin la que el hijo no adquiriría jamás conciencia de sí mismo. 341


En el curso de la asimilación no se trata jamás de la alternativa entre esto o aquello, sino siempre del acercamiento entre esto y aquello. 342


La vía de las asimilaciones conduce mucho más allá del éxito curativo que interesa específicamente al médico; lleva, en definitiva, hacia esa meta lejana que, motivo quizás primordial, ocasionó la vida; quiero decir hacia la relación plena y total de todo el individuo, hacia la individualización. Nosotros los médicos somos los primeros observadores conscientes de este proceso obscuro de la naturaleza. Pero, por lo general, solo asistimos al episodio patológico, perturbado, de esa evolución y perdemos de vista al enfermo una vez curado. 351

Fuente:
Jung, Carl Gustav (1980). Los complejos y el Inconsciente. Madrid: Alianza Editorial.