miércoles, 11 de marzo de 2009

¿Libertad?

Uno va por la vida tomando decisiones importantes a cada momento, aunque muchas veces esto sucede sin que haya una clara conciencia de los efectos que producen nuestras decisiones. Esto es muy natural. No podemos y creo que tampoco debemos pensar siempre en todas las consecuencias de nuestros actos, porque corremos el peligro de que detrás de un proyecto así se esconda la ingenua obstinación de que podemos tener el control absoluto de lo que nos sucede. Sin embargo, me preocupa mucho más que nuestra vida transcurra relajadamente sin que examinemos la otra cara de este proceso: sus causas. ¿Qué pasaría si estuviéramos tomando algunas decisiones importantes basándonos en ideales o en percepciones que ya no tienen ningún significado para nosotros?

A primera vista, no habría ningún problema. Los valores con los que confrontamos la realidad y en base a los cuales tomamos nuestras decisiones cambian inevitablemente, independientemente de si tenemos conciencia o no de este proceso, por eso no importa si hemos dejado de actuar de acuerdo a los ideales que teníamos porque ahora tenemos otros ideales. El problema de una respuesta de este tipo es que no termina de cerrar la interrogante: puede ser que estemos haciendo cosas solo por hacerlas, por costumbre; algunas de nuestras acciones podrían estar yendo en contra de lo que ahora pensamos o creemos; pero yo creo que lo más alarmante es que estuviéramos siguiendo un proyecto de vida que ya no significa absolutamente nada para nosotros. Por eso es que me preocupaba que no pensáramos en la causas detrás de nuestras decisiones.

Alguien podría decir, no sin cierta razón, que así como es iluso pretender tener el control absoluto sobre las consecuencias de nuestras decisiones, del mismo modo, es iluso creer que podemos reconsiderar todas las causas detrás de nuestras decisiones para lograr controlar nuestras acciones. Alguien también podría decir que estamos justo donde comenzamos...