viernes, 5 de diciembre de 2008

Quo Vadis?

Primera Parte

Estoy caminando solitario por Riva Agüero, sentado en una de las mesas de ajedrez, leo una separata, tecleo un mensaje de texto, me recuesto en el césped mientras veo pasar a dos chicos del colegio Salesiano, le grito a Maflo para que me escuche mientras le hablo del romanticismo alemán, , estamos esperando que Eli regrese del baño para seguir estudiando, devuelvo un libro en la biblioteca de Ingeniería, me siento frente al ordenador y empiezo a escribir. Hoy me he topado con una historia que tiene muchos puntos de partida, pero que aparentemente no sabe responder a dónde va.

Tenía pensado rezagar el examen final de Historia del Mundo Moderno. No había leído nada. Me estaba muriendo de sueño. Llegué a la universidad por la puerta de Riva Agüero. Había quedado con dos amigas para repasar antes del examen. Todavía no les había dicho que pensaba rezagar. Cuando llegué a las mesas de ajedrez donde habíamos quedado en encontrarnos, solo vi a Eli. Ella me vio e inmediatamente alistó sus cosas. Raúl, me dijo, me tengo que ir, tengo que hacer algo muy importante. Yo no le pregunté qué. Pero vuelvo en media hora, me dijo, vayan repasando, ni bien me desocupo yo los alcanzo, ¿ya? Esta bien, le dije, pero si ves que te vas a demorar me llamas, para no estar preocupándome. No, yo vuelvo al toque.

Me quedé leyendo en las mesas de ajedrez. Allí me encontré con la Danesa, una amiga de Alf. A ella no le dicen así, pero he pensado que no debo poner el nombre real de la gente que involucro en estas narraciones porque nunca falta alguien que sea susceptible a ser mencionado. El otro día vi en la televisión que un tipo se quejaba porque sus amigos habían subido fotos donde él aparecía a Facebook. A él le parecía lógico que si una persona no quiere que publiquen una foto suya, Facebook debería quitarla, pero ¿hasta que punto la fotografía que otro nos tomó es nuestra? Lo único que sé es que siempre te piden "certificar que tienes el derecho de distribuir esta fotografía y que ello no infringe las condiciones de uso". Me pregunto si la primera parte es solo un formalismo legal. Supongo que solo se aplica cuando alguien no quiere aparecer en una fotografía. ¿a qué venía todo esto? Ah, ya me acordé. Es que estaba explicando porqué no pongo el nombre verdadero de la amiga de Alf.

Aquella mañana la Danesa y yo teníamos algo en común: ninguno había dormido lo suficiente. Ella estaba estudiando Estadística. Le pregunté si después tenía examen y me dijo que no, que su examen era otro día, pero ella iba a reunirse con un grupo a estudiar en la tarde y quería repasar desde ahora para estar preparada para el repaso. Yo la oía asombrado. En los dos ciclos que llevo en la universidad, nunca había hecho un grupo de estudios con alguien que se preparara tan empeñosamente. No pues, nunca tuve tanta suerte. No le dije que pensaba rezagar el examen final de Historia porque a su lado hubiera parecido un cobarde. Envés de eso, saqué mis separatas y me puse a leer.

La Danesa y yo coincidíamos en otra cosa: a pesar de que en las mesas de ajedrez hiciera frío, era un mejor lugar para estudiar que la Sala de Lectura, un lugar recóndito donde los que pretenden leer en voz baja y sin música son una minoría. Le conté que una vez que había ido allá a estudiar, se sentaron a mi lado dos chicas que se pusieron a hablar de una amiga que había roto con su enamorado durante su cumpleaños. No niego que su historia era muy interesante, pero no creo que la Sala de Lectura sea el mejor lugar para hablar de eso. Se me ocurrió fingir que tenía una leve tos para que se percataran de lo que estaban haciendo, pero no me hicieron caso. Oí que una, la que más hablaba, empezaba a abrir su mochila. Cuando ella saque sus libros se pondrá a estudiar y dejará de hablar tanto, pensé. Pero no pude sentirme menos que ultrajado cuando envés de libros o separatas, la susodicha sacó un táper con una porción de torta de chocolate. La torta era de la cumpleañera que se había quedado sin enamorado, dijo la que había perdido toda vergüenza. Oye, le dijo la otra chica, ¿pero no te dicen nada por comer aquí? No, si yo siempre vengo a comer acá, dijo la que ahora ya no solo era habladora sino también descarada. Mientras estas señoritas hablaban y comían, a mí me dieron varios ataques de tos fingidos que quisieron llegar a ser una amonestación, pero que más parecían los síntomas de una enfermedad muy irrisoria. No se si la chica desvergonzada se haya alarmado de haberse sentado junto a un enfermo o es que la haya parado, como dicen popularmente, pero el hecho es que convenció a la chica sin personalidad para que se fueran.

A la Danesa esta historia le pareció muy graciosa. Conversábamos solo de rato en rato porque ambos estábamos estudiando. El chico que acompañaba a Eli había dejado sus cosas y entre ellas yo había visto un ejemplar del Efecto Rashomon, la revista del Centro Federado de Letras con la que yo colaboro como fotógrafo a pedido, pero no quería tomarla sin permiso, por lo que fui a Mesa de Partes a ver si todavía quedaba alguna. Pero ya no quedaban más, por lo que me pasé un buen rato decidiendo si era malo o no que tomara el ejemplar de alguien más. La Danesa era como el diablito de los dibujos animados que aparece sobre tu hombro y que me decía que la tomara nomas y que luego la pusiera en su sitio. El pudor pudo más. En ese momento dejé de pensar en tomar revistas ajenas y me empecé a preocupar por las chicas: había pasado media hora ... ¿donde estaban?

















(Al final conseguí un ejemplar y le tomé una foto ¿logran ver la ventana que escogieron para el suicidio de Óscar? En una entrada anterior hay un resumen de Pendientes de Óscar, es una narración bastante breve.)


Eli me dijo que se demoraría un poco más, que ya iba a salir. Cuando le colgué me di cuenta que ya voy a salir quiere decir que todavía no salgo siquiera. Rayos, pensé. Mientras llamaba a Maflo, la otra chica con la que íbamos a estudiar, la Danesa me encargó sus cosas porque quería ir al baño. Maflo se excusó y dijo que ya estaba saliendo. No le pregunté en cuánto tiempo saldría, pues me di cuenta que definitivamente estudiaría Historia solo por lo menos hasta la hora de almuerzo. Rayos, pensé. Qué pena que la Danesa estuviera estudiando Estadística.

De repente un nutrido grupo de rubias asomó por el estacionamiento. No, yo no estaba alucinando, no se trataba del sueño ni del calor. Las chicas cargaban unos bolsos con la forma de una enorme botella de Red Bull. Se acercaron a las mesas de ajedrez y empezaron a repartir latas de Red Bull. Como no veía muy bien lo que sucedía en al otro lado, no pude ver si eran gratuitas o si teníamos que pagar o hacer una encuesta o algo por el estilo. Una de ellas se acercó a mí, que me había quedado solo en una esquina porque la Danesa seguía en el baño. ¿Quieres un Red Bull?, me preguntó. Antes de que yo pudiera ponerme en modo automático para decir no, gracias, y sonreír, ella sacó una lata. ¿Son muestras?, le pregunté. Esperaba que me diera los detalles de esta transacción. No, son gratis, me dijo, lo que pasa es que en finales uno necesita estar más despierto, necesita más concentración. Pruébalo, me dijo y lo abrió para dármelo, te va a dar alas. Ambos nos reímos. Gracias, le dije. Y se fue. Mientras yo tomaba mi Red Bull y alababa este tipo de campaña publicitaria, recordé que a pesar de que la cerveza no me hacía ningún efecto, habían otras bebidas, como por ejemplo el champán, que me provocaban una crisis de risas. Sobre eso, un amigo me había dicho una vez que yo era lechero: cuando él tomaba lloraba hasta por su tatarabuelo que nunca conoció. Es solo una bebida energizante, pensé, ¿qué de malo puede pasarme por tomar solo una?
















(Este es el folleto que me dieron junto con la Red Bull)


Cuando la Danesa regresó y me odio profundamente por no haberle pedido un Red Bull ,recordé que ella tampoco había dormido bien, así que le invité un poco, pero bien poquito. la Danesa me preguntó si las chicas volverían a pasar por ahí. No tengo idea, le dije. No sé por qué, pero se me ocurrió que ella hubiera sido una buena representante de una campaña publicitaria. Pero no para Red Bull, la Danesa no estaba para esas cosas. Fue así como se me ocurrió que ella podía ser imagen de la campaña publicitaria de la Danesa, la margarina. La margarina, a la que en mi familia toda la vida le hemos dicho mantequilla, es un elemento indispensable de la alimentación de todo peruano: está presente en el desayuno, con el panetón, con los queques, en los lonchecitos, etc, etc. La Danesa es la que más me gusta debido a su empaque tan sencillo. Me imaginé el rostro de la amiga de Alf dibujado en el empaque, sonriendo y guiñando un ojo, con el mismo gorro que usan la Danesa y la Bella Holandesa y con esas infaltables trenzas del estereotipo de una campesina nórdica. Por un momento me imaginé que era el director de una compañía de publicidad. Probablemente esta extraña alucinación era el primer efecto de la bebida.

















(No conseguí una mejor imagen de la Danesa, pero por lo menos se puede observar el típico gorrito del que les hablaba xD)


En ese momento dos tipos y una chica aparecieron corriendo desde el estacionamiento: la calle que va desde el estacionamiento de Letras hasta Psicología y que pasa cerca a las mesas de ajedrez de Letras pareció por un instante el escenario de una corrida de toros. En realidad, esos chicos buscaban los toros azules, los Red Bull que habían estado repartiendo hace un momento. Al ver las inconfundibles latas azules y plomas por todos lados dijeron Ya han pasado por aquí, sigamos. La Danesa quería decirles yo también necesito uno, los acompaño, pero la posible modelo de las campañas publicitarias de la Danesa no podía correr desesperadamente tras una Red Bull como hacían esos chicos, por lo menos no tan escandalosamente. Creo que ellos podrían trabajar para Sprite. Mientras los veía correr me parecía escuchar el comercial que dice Sprite, Obedece a tu sed y claro, también escuché al infaltable lalalá... Además, si la Danesa participara en los comerciales de Sprite estaría infringiendo los términos de exclusividad de mi imaginaia compañía, porque tanto las compañías publicitarias reales como las imaginarias saben que la exclusividad de sus mejores modelos lo es todo.

Lo preocupante es que durante el resto de la jornada mi aparente estado de hiperactividad no cesó, envés de eso, la atención que le prestaba a las separatas de Historia se multiplicó y me ayudó a concluir ciertas cosas sobre la función de la Historia en nuestra sociedad que no puedo incluir en esta entrada debido a su extensión, pero que articularan la segunda parte de esta crónica, les explicaré por fin cómo es que me he topado con una historia que tiene muchos puntos de partida, pero que aparentemente no sabe a dónde va.

3 comentarios:

Tom/Shine. dijo...

Tengo la suerte de no necesitar cafeina, licor o algun tipo de bebida para levantarme el animo, solo la musica. Recuerdo que las chicas de Redbull fueron a mi facultad mientras haciamos nuestros trabajos con cañas, como siempre, me negué, ya había terminado.
Lo que me parece divertido de tu historia es lo de los chicos que buscaban una Redbull, enloquecen por adrenalina extra.
See ya!

PD. Cual es mi seudonimo, segun tu?

Raúl Oliva dijo...

En la segunda parte voy a abordar un poco los efectos negativos que pueden tener los energizantes. Yo tampoco creo que sean tan maravillosos como dicen ser. La segunda parte de Quo Vadis? (a dónde vas?) no solo es una reflexión sobre el papel de la Historia en la sociedad (como constructora de un sentido) sino que aborda lo paradójico de que busquemos vivir más rápido pero no mejor o más aceleradamente pero con una dirección cada vez menos delimitada.

PD: Tu has puesto varios seudónimos en tu perfil del blog, pero no sé si usaría alguno de esos. Probablemente solo te diría Shine, pero voy a ver si invento alguno mejor. De todos modos, no creo que tu me pidas que no te mencione o algo así, por lo que tampoco es necesario que te ponga un sobrenombre más ^^

D cualkier manera, gracias por leer esta entrada primero xD

Anónimo dijo...

Esta interesante tu articulo...mas bien ..no s nada malo... pero la Danesa a despertado cierta admiracion en ti...q podriamos decir .. puede q coincidan un poco mas y qien sabe...jaja...solo una idea q se me ocurrio...en cuanto a lo d facebook..si pues.. a vcs hay fotos comprometedoras....mucho roche.. tu sabes.. y no falta algun imbecil q por joder las cuelga.. y t qdas como un ridiculo..o algo parecido...en cuanto a lo dl red bull..yo lo he usado algunas vcs...sobre todo cuando n la productora teniamos q amanecernos armando escenografias..es muy efectivo..para un corto plazo...y luego a desknsar full..sino t descompensas...redactas chevereee..me haces recordar cuando a mi tb me pasan ciertas cosas q luego qiero plasmar en algun lado pero no puedo..noc si x flojera o xq cuando voy a redactar me auto-olvido x no c q...