Al salir de Enlace, Alf vio un carro que lo dejó con la boca abierta. Aparentemente no solo era alguien que venía a ver la exposición, sino que también podría haberse tratado de un posible comprador.
- Seguro la recepcionista había pensado que ustedes también iban a comprar- me dijo la profesora.
-No, no creo... no teníamos cara de compradores y aún así nos atendió muy bien- le dije. Hasta ese momento no se me había ocurrido que las obras de arte de las galerías se vendían. Qué ingenuo había sido, ¿acaso pensaba que los artistas guardaban sus cuadros en algún baúl?
-Por cierto, la exposición en la galería Enlace no era la que usted nos indicó en el correo que nos mandó. Ahora hay una que se llama Life Style. Aquí tengo el folleto que nos dieron: véalo.
El carro entró hasta el aparcamiento de la galería, lo cual justificaba las considerables dimensiones de este estacionamiento. Probablemente mucha gente venía a ver las exposiciones en su propio vehículo. Alf me dijo Espera, hay que ver un ratito más a ese carro. Me pareció muy gracioso que dijera algo así. Ya vámonos, le dije, algún tendrás un carro. Sí, me contestó, pero yo no quiero cualquier carro, quiero ese. Me dijo el nombre del carro, pero nunca les he prestado mucha atención a esas máquinas, por lo que solo logro distinguir entre un wolkswagen y una 4x4, todos lo demás me parecen igualitos. El administrador de la tienda de ADIDAS había dicho que la otra galería estaba en la esquina, doblando a la mano derecha, casi al frente del Centro Cultural. Aparentemente, llegar no era tan difícil.

(hay que darle click a la imagen para que se vea mejor)
- Seguro la recepcionista había pensado que ustedes también iban a comprar- me dijo la profesora.
-No, no creo... no teníamos cara de compradores y aún así nos atendió muy bien- le dije. Hasta ese momento no se me había ocurrido que las obras de arte de las galerías se vendían. Qué ingenuo había sido, ¿acaso pensaba que los artistas guardaban sus cuadros en algún baúl?
-Por cierto, la exposición en la galería Enlace no era la que usted nos indicó en el correo que nos mandó. Ahora hay una que se llama Life Style. Aquí tengo el folleto que nos dieron: véalo.
El carro entró hasta el aparcamiento de la galería, lo cual justificaba las considerables dimensiones de este estacionamiento. Probablemente mucha gente venía a ver las exposiciones en su propio vehículo. Alf me dijo Espera, hay que ver un ratito más a ese carro. Me pareció muy gracioso que dijera algo así. Ya vámonos, le dije, algún tendrás un carro. Sí, me contestó, pero yo no quiero cualquier carro, quiero ese. Me dijo el nombre del carro, pero nunca les he prestado mucha atención a esas máquinas, por lo que solo logro distinguir entre un wolkswagen y una 4x4, todos lo demás me parecen igualitos. El administrador de la tienda de ADIDAS había dicho que la otra galería estaba en la esquina, doblando a la mano derecha, casi al frente del Centro Cultural. Aparentemente, llegar no era tan difícil.

(hay que darle click a la imagen para que se vea mejor)
Nosotros estábamos en Camino Real. Al llegar a la esquina vimos los típicos letreros de la municipalidad con el nombre de las calles. Este letrero decía que la calle perpendicular a Camino Real se llamaba Rouad o algo así. El hecho es que en la esquina doblamos y llegamos hasta una galería que estaba cerrada. En el vidrio transparente de la entrada habían pegado una hoja A4 donde decía "Entrada por Paz Soldán". Como Alf y yo habíamos visto que en el letrero de la esquina no decía Paz Soldán, supusimos que esa no era Paz Soldán y que se refería a la calle paralela a Camino Real. Y si la entrada es por Camino Real, me preguntó Alf. Entonces habrían puesto "Entrada por Camino Real", le respondí. Pero la calle paralela a Camino Real era Los Libertadores. Como la manzana era chiquita, yo imaginé que la galería probablemente llegaba hasta la calle que debía ser paralela a Rouad. Alf, que probablement seguía pensando en el carro que habíamos visto, no reparó en la inútil vulta que le estábamos dando a la manzana, ya que además había visto una casa rosada que era preciosa. Tómale una foto, me dijo. Sin embargo, nunca me ha parecido correcto tomarle fotos a la casa de unos desconocidos. Supongo que he visto muchas películas donde los que hacen eso son secuestradores o miembros encubiertos del FBI. Es que si le tomo fotos se va a bajar la batería de la cámara, me disculpe. Olvidalo, me dijo Alf. La calle a la que llegamos se llamaba Pardo y Aliaga, según Google Earth. Y ahora que reviso este mapa, al parecer nos habíamos pasado una cuadra. Bueno eso ya no importa. Al terminar de rodear la manzana, llegamos de nuevo al muro transparente de la galería. El letrero en papel bond seguí allí. Mientras Alf, ya totalmente restablecido de sus impresiones, se preparaba para comenzar con su sermón de Ya ves, yo te lo dije, yo siempre tengo la razón, inspeccioné la cuadra. Una camioneta había estado tapando una entrada desde la primera vez que vinimos. Me acercé a la camioneta y desde allí pude ver un letrero arriba de esa entratda que decía Roaud y Paz Soldán Nº 325. ¿cómo se supone que debíamos sentirnos por eso?
-Ah, yo también fui a esa galería- dijo una de mis encantadoras compañeras del taller de artes plásticas, cuyo nombre, al igual que el del resto, nunca logré memorizar bien.
Y eso que solo éramos 20.
-Yo todavía no he ido a ver esa exposición- nos dijo la profesora- pero me han hablado muy bien de ella.
-Es de Toto Fernández- dijo la encantadora compañera.
-Si, claro que lo conozco, es egresado de acá pues, de la Facultad de Arte. El es muy linda persona- dijo la profesora, a quien nunca la he escuchado hablar mal de nadie, ni de nuestros trabajos siquiera. Siempre les encontraba algo que valiera la pena, siempre.
-¿Están hablando de Ego Trip, la muestra que estaba en la Galería Artco? Va a estar hasta el 12 de Diciembre- les dije yo, uniéndome a la conversación de la que me había auto excluido para terminar un trabajo del taller- incluso tengo aquí en mi mochila el folleto, se lo voy a dar para que se anime a ver la exposición. Y le di el folleto.
Ella lo vio y se quedó muy impresionada.
-Qué lindo está- dijo.
-La exposición es hasta el 12 de diciembre, debería ir a verla...- le dije fijándome en que la chica encantadora sonreía, al parecer la exposición también le había gustado- pero...- no sabía si debía añadir lo siguiente, pero de todos modos se los dije- La exposición me encantó, pero creo que la atención que recibimos en la galería Enlace fue mejor: en Artco a las justas nos abrieron la puerta.
-¿de verdad?- se sorprendió la profesora.
-Sí, tuvimos que tocar el timbre un buen rato hasta que nos abrieron. Pero la exposición valió la pena. Me encantó este cuadro, es el autorretrato del pintor. Lo usé para mi investigación.

Exposición Nº2: Ego Trip
Una camioneta había estado tapando la entrada de la galería. Tocamos tres veces el timbre hasta que nos abrieron. En realidad, solo había que presionar un interruptor, no entiendo porqué tuvimos que esperar tanto. Nadie nos recibió. Una mujer vestida de negro salió desde el interior y subió por unas escaleras. Mientras la seguía con la mirada, vi unos folletos y un libro de firmas. No teníamos nada que poner porque todavía no habíamos visto la exposición. Me acerqué y tomé un folleto. Estuve tentado a escribir algo en el libro, pero vi un comentario muy bueno sobre la exposición y decidí que no tenía sentido que me quejara de la atención allí. Eso no siquiera es relevante, pensé. Alf ni siquiera quiso un folleto. La galería no era muy grande, pero estaba muy bien iluminada. Desde el momento en que vi el primer cuadro, quedé simplemente maravillado. Me resisto a poner acá una foto del cuadro que más me gustó, porque me parece que tiene que verlo personalmente. Se llama La Pose y era un autorretrato del artista, del buen Toto.
De todos modos voy a poner el análisis que hice del cuadro, con ciertas modificaciones y actualizaciones:
"Este cuadro me pareció el más interesante de toda la exposición por la cantidad sorprendente de metáforas que se puede construir a partir de la contemplación de esta persona que está posando como un artista. Se ve todo el cuerpo, parado de perfil pero viendo hacia donde deben estar los espectadores, aunque podría estar mirando a un espejo invisible en el cual solo se ve a sí mismo. En primer lugar, se puede reconocer el tema de la serie, reflexiones ante el reflejo, porque el hombre del cuadro es el mismo artista, que al inspeccionar su propio reflejo probablemente comprendió que, a pesar de lo difícil que es auto examinarnos, existe la posibilidad de que nos alejemos momentáneamente de la realidad para reflexionar sobre lo que somos y sobre el modo como actuamos.
Esta primera metáfora me pareció increíble porque es comparable con la descripción que realiza un filósofo sobre la particularidad de su profesión. Por eso, cuando me di cuenta que esas reflexiones ante el reflejo eran al mismo tiempo arte y filosofía, comprendí que este trabajo no podía ser conclusivo, es decir, que no buscaba arrojar una serie de conclusiones sobre la naturaleza de las personas, sino que literalmente desnudaba al ser humano para poder conocerlo a fondo.
Para poder acercarse a lo que existe en lo profundo de nuestra naturaleza, primero el artista debe conocerse a sí mismo. En su reflejo, observamos a un hombre como cualquier otro. En un principio su pose me pareció un poco soberbia, pero luego de lo que me dijo la profesora pensé que pude haber estado malinterpretándola. Puede ser soberbia, pero también puede ser una firme convicción en lo que hace. Lo que no se puede dejar de lado en ninguna explicación es que este retrato es ideal, no es una copia fiel de la realidad, por lo menos no trata de serlo.
Entre los elementos que me llevan a pensar que la pose es una idealización del artista, con lo cual el podría o no estar de acuerdo, se pueden incluir los siguientes: (1) No hay un suelo sobre el cual se apoye el retrato a cuerpo completo. Lo único que hay es una ligera sombra bajo sus pies que crea la sensación de que el cuerpo no está flotando y de que tiene cierta estabilidad. (2) El fondo blanco que absorbe incluso al suelo, resalta la figura del artista; (3) del mismo modo, el color negro de su ropa le da seriedad y profundidad al tema del cuadro, creando el mismo efecto de estabilidad, solo que esta vez desde el color negro. De tal manera que aunque estos colores se contraponen , también se complementan. (4) Otra cosa que sobresalen son sus implementos blancos, los cuales nos hablan de pulcritud, que crean un efecto fantástico al alternarse con un trapo machado de colores y a un grupo de pinceles que sostiene en su mano derecha. Es la advertencia de que la labor de un artista también se alterna entre la pulcritud y el desorden, tras los cuales tal vez explora un orden que esté más allá del caos aparente de la realidad. (5) Es curioso que ciertos detalles como lo son un trapo manchado y un puñado de pequeños pinceles basten para saber que este sujeto es un pintor.
De cualquier manera, esta parece ser la forma en la que el pintor quiere que lo veamos y así es como lo vemos. El cuidado que transmite en sus trazos casi fotográficos está presente de muchas maneras en el resto de su obra, lo cual es muy significativo porque hacer las cosas bien también es una forma de tributarnos, de querernos más.
Yo creo que cuando el artista hizo esta muestra para abordar temas tan complicados como el amor, la belleza y la superficialidad, tuvo que comenzar precisamente aquí, en él mismo, de modo que sus reflexiones ante el reflejo nos hicieran preguntarnos primero por nosotros mismos, para que antes de etiquetar o definir apresuradamente a los demás, nos detengamos un momento a disfrutar del placer y el deber que tenemos de conocernos."
***
Alf me dijo que al otro lado había vista más cuadros, pero el folleto solo incluía a los de esta sala, por lo que le dije que seguramente eran parte de otra muestra. Cuando salimos los pude ver porque eran los que estaban detrás del muro transparente donde habían pegado el letrero malvado. No creo que simplemente los estuvieran guardando. Tal vez los iba a vender o eran propiedad de la galería. Cuando salimos ya era tarde. Alf me dijo que quería ver si en el Wong del óvalo Gutiérrez habían panetones de naranja, por lo que fuimos para allá antes de regresar a su casa.
-Ya acabé, profesora- le dije.
Para ese entonces, solo quedábamos nosotros y un par de mis encantadoras compañeras en el taller. Todos los demás ya se habían ido. Una de estas chicas cuyo nombre nunca aprendí expuso su trabajo. Todos lo habíamos hecho, bueno, en realidad todavía faltaba yo. Lo que teníamos que hacer era un cuaderno artístico, el tema era libre pero teníamos que fundamentar nuestra exposición frente a los demás. Como siempre, cuando yo iba a fundamentar ya casi todos se habían retirado porque podían hacerlo cuando acababan, además la clase había acabado oficialmente hacía un par de minutos. Mi cuaderno era una recopliación de manchas que había hecho pidiéndole a unos amigos que me dejaran ponerles témperas en las manos para grabarlas sobre cartulina. No fue tan bueno como yo hubiera querido, ya que perdí mucho tiempo por culpa del tonto ensayo de Narrativa. Me dio pena haberlo hecho solo para tener una nota.
-Es bastante lúdico- me dijo la profesora- ahí se ven algunos conceptos que hemos hecho en la parte de Grabado.
Una de mis compañeras estaba hablando y diciendo probablemente algo muy lindo sobre mi exposición, pero no la escuchaba, aunque fingía que sí. En ese momento solo tenía ojos para mi trabajo. Al parecer, no era tan malo como yo creía. Me animé y empecé a exponer el tema que había querido reflejar con más entusiasmo.
Era la última clase del taller de artes plásticas. Le entregué a la profesora mi trabajo de investigación y ella nos contó que se sentía alarmada porque habíamos escrito bastante e iba a tener que leer un montón. Nos habló de la Facultad de Arte, de la especialidad de Grabado, de los retos de los grabadores en el siglo XXI y del grupo que estaban formando que se llamaba Rinoceronte, como el grabado que había hecho Durero de uno de estos animales a pesar de que nunca había visto uno y guiándose solamente de lo que leyó.
-A veces me dan ganas de pasarme a la Facultad de Arte- le dije. Yo no tenía mi típica expresión de desaliento, sino que estaba extrañamente contento de poderle decirle a esas tres personas, la profesora y dos compañeras, algo que sinceramente no es nada fácil de sobrellevar.
-¿Saben lo que le digo yo a los chicos que me preguntan eso?- nos dijo con la solemnidad de un Jedi- Siempre les recomiendo que primero acaben una carrera.
Sí, eso es lo que yo había pensado- le contesté.
FIN
Actualización del domingo 7 de Diciembre del 2008:
Me saqué 20 en el trabajo de investigación xD
-Ah, yo también fui a esa galería- dijo una de mis encantadoras compañeras del taller de artes plásticas, cuyo nombre, al igual que el del resto, nunca logré memorizar bien.
Y eso que solo éramos 20.
-Yo todavía no he ido a ver esa exposición- nos dijo la profesora- pero me han hablado muy bien de ella.
-Es de Toto Fernández- dijo la encantadora compañera.
-Si, claro que lo conozco, es egresado de acá pues, de la Facultad de Arte. El es muy linda persona- dijo la profesora, a quien nunca la he escuchado hablar mal de nadie, ni de nuestros trabajos siquiera. Siempre les encontraba algo que valiera la pena, siempre.
-¿Están hablando de Ego Trip, la muestra que estaba en la Galería Artco? Va a estar hasta el 12 de Diciembre- les dije yo, uniéndome a la conversación de la que me había auto excluido para terminar un trabajo del taller- incluso tengo aquí en mi mochila el folleto, se lo voy a dar para que se anime a ver la exposición. Y le di el folleto.
Ella lo vio y se quedó muy impresionada.
-Qué lindo está- dijo.
-La exposición es hasta el 12 de diciembre, debería ir a verla...- le dije fijándome en que la chica encantadora sonreía, al parecer la exposición también le había gustado- pero...- no sabía si debía añadir lo siguiente, pero de todos modos se los dije- La exposición me encantó, pero creo que la atención que recibimos en la galería Enlace fue mejor: en Artco a las justas nos abrieron la puerta.
-¿de verdad?- se sorprendió la profesora.
-Sí, tuvimos que tocar el timbre un buen rato hasta que nos abrieron. Pero la exposición valió la pena. Me encantó este cuadro, es el autorretrato del pintor. Lo usé para mi investigación.
Exposición Nº2: Ego Trip
Una camioneta había estado tapando la entrada de la galería. Tocamos tres veces el timbre hasta que nos abrieron. En realidad, solo había que presionar un interruptor, no entiendo porqué tuvimos que esperar tanto. Nadie nos recibió. Una mujer vestida de negro salió desde el interior y subió por unas escaleras. Mientras la seguía con la mirada, vi unos folletos y un libro de firmas. No teníamos nada que poner porque todavía no habíamos visto la exposición. Me acerqué y tomé un folleto. Estuve tentado a escribir algo en el libro, pero vi un comentario muy bueno sobre la exposición y decidí que no tenía sentido que me quejara de la atención allí. Eso no siquiera es relevante, pensé. Alf ni siquiera quiso un folleto. La galería no era muy grande, pero estaba muy bien iluminada. Desde el momento en que vi el primer cuadro, quedé simplemente maravillado. Me resisto a poner acá una foto del cuadro que más me gustó, porque me parece que tiene que verlo personalmente. Se llama La Pose y era un autorretrato del artista, del buen Toto.
De todos modos voy a poner el análisis que hice del cuadro, con ciertas modificaciones y actualizaciones:
"Este cuadro me pareció el más interesante de toda la exposición por la cantidad sorprendente de metáforas que se puede construir a partir de la contemplación de esta persona que está posando como un artista. Se ve todo el cuerpo, parado de perfil pero viendo hacia donde deben estar los espectadores, aunque podría estar mirando a un espejo invisible en el cual solo se ve a sí mismo. En primer lugar, se puede reconocer el tema de la serie, reflexiones ante el reflejo, porque el hombre del cuadro es el mismo artista, que al inspeccionar su propio reflejo probablemente comprendió que, a pesar de lo difícil que es auto examinarnos, existe la posibilidad de que nos alejemos momentáneamente de la realidad para reflexionar sobre lo que somos y sobre el modo como actuamos.
Esta primera metáfora me pareció increíble porque es comparable con la descripción que realiza un filósofo sobre la particularidad de su profesión. Por eso, cuando me di cuenta que esas reflexiones ante el reflejo eran al mismo tiempo arte y filosofía, comprendí que este trabajo no podía ser conclusivo, es decir, que no buscaba arrojar una serie de conclusiones sobre la naturaleza de las personas, sino que literalmente desnudaba al ser humano para poder conocerlo a fondo.
Para poder acercarse a lo que existe en lo profundo de nuestra naturaleza, primero el artista debe conocerse a sí mismo. En su reflejo, observamos a un hombre como cualquier otro. En un principio su pose me pareció un poco soberbia, pero luego de lo que me dijo la profesora pensé que pude haber estado malinterpretándola. Puede ser soberbia, pero también puede ser una firme convicción en lo que hace. Lo que no se puede dejar de lado en ninguna explicación es que este retrato es ideal, no es una copia fiel de la realidad, por lo menos no trata de serlo.
Entre los elementos que me llevan a pensar que la pose es una idealización del artista, con lo cual el podría o no estar de acuerdo, se pueden incluir los siguientes: (1) No hay un suelo sobre el cual se apoye el retrato a cuerpo completo. Lo único que hay es una ligera sombra bajo sus pies que crea la sensación de que el cuerpo no está flotando y de que tiene cierta estabilidad. (2) El fondo blanco que absorbe incluso al suelo, resalta la figura del artista; (3) del mismo modo, el color negro de su ropa le da seriedad y profundidad al tema del cuadro, creando el mismo efecto de estabilidad, solo que esta vez desde el color negro. De tal manera que aunque estos colores se contraponen , también se complementan. (4) Otra cosa que sobresalen son sus implementos blancos, los cuales nos hablan de pulcritud, que crean un efecto fantástico al alternarse con un trapo machado de colores y a un grupo de pinceles que sostiene en su mano derecha. Es la advertencia de que la labor de un artista también se alterna entre la pulcritud y el desorden, tras los cuales tal vez explora un orden que esté más allá del caos aparente de la realidad. (5) Es curioso que ciertos detalles como lo son un trapo manchado y un puñado de pequeños pinceles basten para saber que este sujeto es un pintor.
De cualquier manera, esta parece ser la forma en la que el pintor quiere que lo veamos y así es como lo vemos. El cuidado que transmite en sus trazos casi fotográficos está presente de muchas maneras en el resto de su obra, lo cual es muy significativo porque hacer las cosas bien también es una forma de tributarnos, de querernos más.
Yo creo que cuando el artista hizo esta muestra para abordar temas tan complicados como el amor, la belleza y la superficialidad, tuvo que comenzar precisamente aquí, en él mismo, de modo que sus reflexiones ante el reflejo nos hicieran preguntarnos primero por nosotros mismos, para que antes de etiquetar o definir apresuradamente a los demás, nos detengamos un momento a disfrutar del placer y el deber que tenemos de conocernos."
***
Alf me dijo que al otro lado había vista más cuadros, pero el folleto solo incluía a los de esta sala, por lo que le dije que seguramente eran parte de otra muestra. Cuando salimos los pude ver porque eran los que estaban detrás del muro transparente donde habían pegado el letrero malvado. No creo que simplemente los estuvieran guardando. Tal vez los iba a vender o eran propiedad de la galería. Cuando salimos ya era tarde. Alf me dijo que quería ver si en el Wong del óvalo Gutiérrez habían panetones de naranja, por lo que fuimos para allá antes de regresar a su casa.
-Ya acabé, profesora- le dije.
Para ese entonces, solo quedábamos nosotros y un par de mis encantadoras compañeras en el taller. Todos los demás ya se habían ido. Una de estas chicas cuyo nombre nunca aprendí expuso su trabajo. Todos lo habíamos hecho, bueno, en realidad todavía faltaba yo. Lo que teníamos que hacer era un cuaderno artístico, el tema era libre pero teníamos que fundamentar nuestra exposición frente a los demás. Como siempre, cuando yo iba a fundamentar ya casi todos se habían retirado porque podían hacerlo cuando acababan, además la clase había acabado oficialmente hacía un par de minutos. Mi cuaderno era una recopliación de manchas que había hecho pidiéndole a unos amigos que me dejaran ponerles témperas en las manos para grabarlas sobre cartulina. No fue tan bueno como yo hubiera querido, ya que perdí mucho tiempo por culpa del tonto ensayo de Narrativa. Me dio pena haberlo hecho solo para tener una nota.
-Es bastante lúdico- me dijo la profesora- ahí se ven algunos conceptos que hemos hecho en la parte de Grabado.
Una de mis compañeras estaba hablando y diciendo probablemente algo muy lindo sobre mi exposición, pero no la escuchaba, aunque fingía que sí. En ese momento solo tenía ojos para mi trabajo. Al parecer, no era tan malo como yo creía. Me animé y empecé a exponer el tema que había querido reflejar con más entusiasmo.
Era la última clase del taller de artes plásticas. Le entregué a la profesora mi trabajo de investigación y ella nos contó que se sentía alarmada porque habíamos escrito bastante e iba a tener que leer un montón. Nos habló de la Facultad de Arte, de la especialidad de Grabado, de los retos de los grabadores en el siglo XXI y del grupo que estaban formando que se llamaba Rinoceronte, como el grabado que había hecho Durero de uno de estos animales a pesar de que nunca había visto uno y guiándose solamente de lo que leyó.
-A veces me dan ganas de pasarme a la Facultad de Arte- le dije. Yo no tenía mi típica expresión de desaliento, sino que estaba extrañamente contento de poderle decirle a esas tres personas, la profesora y dos compañeras, algo que sinceramente no es nada fácil de sobrellevar.
-¿Saben lo que le digo yo a los chicos que me preguntan eso?- nos dijo con la solemnidad de un Jedi- Siempre les recomiendo que primero acaben una carrera.
Sí, eso es lo que yo había pensado- le contesté.
FIN
Actualización del domingo 7 de Diciembre del 2008:
Me saqué 20 en el trabajo de investigación xD
2 comentarios:
Que bonita historia, y que chistoso es Alf, como su contraparte de la tele, XD.
Se ve que te encantan tus clases en Artes, hmm, yo a veces creo que lo mío podría ser el arte asi de 'alocado', o también la música, pero recuerdo que la arquitectura me permite tambien ser un artista urbano, y si quiero me pongo a hacer happening en plena via publica, XD, see ya!
Te acuerdas de la profe de arte del cole? la gordita simpática xD?
Ella una vez nos dijo que podíamos hacer una "perfomance" que consisitía en meternos a otro salón gritando y después decir que había sido solo para ver las reacciones de la gente xD
claro q para hacerlo necesitaba consultárselo al profe de ese lonsa, para q no se lo tome a mal. El problema era que si se lo consultaba, la performance perdía todo su sentido... pero de todos modos no creo que hubiera sido buena idea: imagínate q Amaya hubiera aceptado jajaja
Publicar un comentario