Sin embargo, esos no son sino los colores de la sangre al desparramarse y de la dinamita,
y es que el anochecer es azul, como la lluvia, como el mar, como las montañas más lejanas,
por eso es que solo una noche como la de ayer, cuando se apagó tu pasión
pudiste ver el azul remoto de un mundo con el que soñaste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario