E intuyes y parece que tocar nomás doliera.
Tus manos, nerviosas, tropiezan con tus pies.
Te inclinas, suspiras, agachas la cabeza,
Y piensas que vas a sufrir y sufrir…
Los demás dicen que entienden,
Parece que comentan y saben muy bien que cuentan,
Pero no solo piensan en ti. No,
No te ignoran: solo nadie quiere verte sufrir…
Entretanto, respiras un aire cálido con el placer de quien
Se llena el estómago de esperanzas que revolotean.
Parece que esperas un giro y, sin embargo,
Sabes que ese es tu lugar.
Te inclinas, suspiras, agachas la cabeza
Y piensas que vas a sufrir y sufrir si
Te apartan de la sombra que proyecta sobre ti
la luna.
la luna.
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